jueves, 17 de marzo de 2011

JUGADOR X JUGADOR: 30ª MÁS ALEGRES QUE TRISTÁN



Este es el uno por uno de lo que tal vez haya sido el mejor partido del “gallo” del campeonato. el que le puso una sonrisa, una alegría al hincha de Morón. Aquí la semblanza que hacemos en el Espolón del gallo de lo que dejaron los que vistieron la gloriosa camiseta en el triunfo ante Tristán Suárez. Alegría por la vuelta al triunfo en el Urbano, por la goleada, y sobretodo, por la forma, el modo, y el estilo con que se jugó y, de paso, se ganó. Por eso esta victoria tiene otro colchón, otra solvencia, tiene cuerpo, una garantía dónde abrigar ilusiones: en las manos de Migliardi, la presencia de González, la cabeza de Iñiguez, los pies de Chacón, la entrega de Akerman y el a esta altura la inadjetivable compromiso en cada partido de Barrios Suárez.

A. MIGLIARDI: Apareció en el amanecer del partido, cuando un muy buen remate de Bogado tenía cita con el gol y la intervención de “chiche”, sutil, apenas rozando el balón con los dedos, provocó que la pelota se encontrara con el travesaño interrumpiendo así el destino casi inexorable de red que llevaba. Nada que hacer en los goles, tuvo una buena noche.
R. ACOSTA: Como decía un comentarista en el Urbano, sus avances en el ST se asemejaban al de un jugador de rugby –un ¾, de los livianitos, para los que conocen de ese deprote- cuando se lanzaba al ataque. En defensa no tuvo incontentes. Es el mejor lateral que Morón tiene en el plantel.
C. GONZÁLEZ: Casi toda la noche estuvo firme en la marca, áspero, como mandan los libros de los zagueros. Indudablemente, se entiende mucho mejor con Báez que con cualquier otro como compañero de zaga. Como bonus truck, fue el hacedor del segundo gol del “gallo” que Akerman, luego de su cabezazo en el que se desmarcó con inteligencia, empujó al gol.
G. BÁEZ: Tiene voz de mando y eso es bueno en una defensa. Sin ser un crack, tiene más presencia que Bogao. Se durmió junto a González en el primer gol de Suárez.
J. P. ROCCHI: Rechazó todo lo que le pasó cerca. Con Fede Iñiguez por delante suyo, no tuvo tanto trabajo en ataque, y estuvo bien atento para defender con rigor.
F. IÑIGUEZ: Se ubicó en el carril izquierdo, en nueva posición, y destiló fútbol por toda la cancha. Autor intelectual del primer gol, factótum imprescindible del tercero y cuarto, le dio brillo, un salto de calidad a un equipo que lo necesita como un niño al juego.
G. PINTO: Tuvo su mejor producción. Estuvo medianamente preciso, aceptablemente prolijo y metió la pata, como debe hacerlo alguien que juegue en su puesto.
H. LILLO: Gran despliegue del “pelado” que no sólo se ocupó de correr a todos lo que anduvieran por su carril –el derecho- sino que también colaboró con quites y fricción en toda la cancha. Cuado fue reemplazado tuvo merecidos aplausos.
N. CHACON: En su nueva función de enganche le aportó precisión, fineza y fue un buen socio para Iñiguez. Se movió como si hubiera jugado siempre en ese puesto.
D. BARRIOS SUAREZ: Sacrificio inenarrable para el paraguayo que va a cada pelota como si fuera la primera, o la última. No alcanzan las manos para aplaudir tanta entrega. Morón lo necesita como la sed al agua.
D. AKERMAN: Con lo colmillos encendidos, desde el primer minuto se le escapaban de los bolsillos las ganas de jugar. Gracias Damián, porque en un fútbol de a ratos tan mezquino, todavía hay gente como vos, que te hace emocionar.
H. BRUNO: Entró por un cansado Lillo y se paró a un costado de Pinto, pero siempre demuestra que tiene más movilidad, más corazón, e incluso más búsqueda del arco contrario que el ex Boca.
G. ADA: Ingresó por Barrios Suárez a falta de 15’ para el final. Se movió por todo el frente de ataque, aunque con suerte dispar.
D. CHAVES: Entró para jugar los últimos 5’, y tuvo tiempo para aparecer con peligro por derecha y estrellar un balón en el travesaño.


Martin Capaccio.

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