sábado, 23 de mayo de 2009

Carta atrasada

En el microcentro subí al colectivo 45 que me llevó para Gerli, con un pie en el “Bondi” una gitana me dijo: “por $20 te adivino la suerte” ante mi negativa, me expresó “tendrás un día de mier..” y acertó fue un partido de Miércoles donde el equipo? del Deportivo Morón no entendió que el fútbol es un juego practicado en conjunto. Las apuestas en esta ruleta de la “B” desbancada por la mediocridad -un espejo es el amarrete campeón: Italiano- son las individualidades y el “Gallo” las tiene por doquier. En el arco Griffo aventa el peligro con sus tenazas, pero en la jugada posterior sale como a despedir a un amigo rumbo al viejo mundo (emocionado y descontrolado); atrás Sartori parecía un alumno barbado de universidad estatal que olvidó estudiar dos bolillas (marcar y Proyectar), el otro lateral viene en decadencia (vezzani), aunque con Merlo anduvo bien y “Toto” Cerruti a veces peca de ingenuo parece volar a un país lunar y milenario y no se asombre el que cumplió fue Celaya gritó, despejó y raspó; en el medio(zona de gestación) cada uno hacía la suya: Sánchez (activo), De Muner (prolijo), Yair (decisivo) si decidía meter un pase en profundidad lo hacía bien, si se equivocaba habilitaba un rival y cuando pegó a destiempo vio la roja. Como te queremos Quique (nuestro enganche) se nota demasiado tu falta de estado físico, los pases imprecisos: en el ataque el andar esquivo para la definición del “colo” y Damián se siente. Sobre los tres relevos sumaron más individualismo: Casado (habilidad-jugadas repetidas), Peralta (voluntad-sin concretar) y Benvenutto (poco tiempo para erigirse en el héroe de la tarde). Para completar el día del postergado mensaje, se coló rara como encendida una bola lanzada por un zapatazo de Ricardo Pérez, que nos dejaba con las manos vacías, frías y tiesas. Los colegas hablan del mejor elenco de la categoría constituído por experimentados y jóvenes con jerarquía, si bien faltan jugadores claves como Vega y Porcel que le dan dinámica y varios que tienen que elevar su nivel, muchachos para ser un equipo el común denominador no debe ser la desesperación, pasar del apuro a la apatía, no estar ni desordenados, ni descontrolados. El doble turno tal vez traiga la mejoría que todos queremos, que la mejor esquela aparezca en el reducido.
Raúl Lucero

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