lunes, 4 de agosto de 2008

SE PUEDE VIVIR UNA LARGA VIDA…

Es que se puede vivir una larga vida sin aprender nada. Se puede durar sobre la tierra sin agregar ni cambiar una pincelada del paisaje. Se puede simplemente no estar muerto sin estar tampoco vivo. Basta con no amar. Nunca. A nada. A nadie. No es nuestro caso porque amamos profundamente las vivencias con el gallo, teniendo el apoyo de los fanáticos, porque de los mediocres solo se esperan traiciones. Les cuento los orígenes de esta pasión: en 1947 año de fundación del Club Deportivo Morón, los agrupamientos vecinales y la solidaridad de los mismos, posibilito que mi padre José Maria (venia de Lobos) y don Carlos Ismael Pagano (de Alberti) se conocieran en Morón, en la década siguiente mi viejo me enseño a transitar las 20 cuadras pasando por debajo del puente ferroviario de 2,40 metros para ver a Dep. Morón, junto a las anécdotas de mi vieja Carmen Lucia con respecto al fervor de Francisco Urbano por la institución. En los sesenta los estudios y la pasión por Morón, eran compartidos con familiares y amigos como Eduardo Miguel, con poco menos de 12 años disfrutábamos de la mejor pileta del oeste en la sede, improvisábamos programas en los techos acanalados de Castelar, teniendo como micrófonos las válvulas de las radios de la época, seguíamos al equipo, con el premio mayor del ascenso a la A, eran tiempos del secundario en el Dorrego. Los años setenta con el pleno fervor de la juventud ensamblado con la política, la música y la profesión influyeron para avivar este sentimiento. La década del ochenta específicamente en el periodismo inclino la balanza para el deporte, el fútbol, el ascenso, el CDM, justamente el ascenso (a la B) en la histórica transmición de M. A. De Renzis-si hasta el bombo fue a casa luego del partido, en el parque San Martín de Merlo-, luego las conexiones en emisoras nacionales y los aportes sobre la campaña del gallo (ej. Con Pons, Apo, Landi), también en Rivadavia y la afinidad con la gente de Crónica (beto Catalano, oso Aldaba, caña Languela u osobuco Costas). Paralelamente en lo personal llegaba Claudia y los hijos Tamara, Yago y Alejo; junto a los primeros fascines y boletines del espolón, como suplemento de la revista Popol Vuh, se repartía de visitante con la colaboración de Willy Lynn y Edelmiro, hasta concretar el programa radial-19/10/89 en FM siglo XXI- junto al turco Brain, Molinari, Manolo y Adrián (de diario popular), en la emisora de Noemí Zamora, con el gran operador Rodrigo Sartoretto, juntos volvimos al Nacional B, sin el éxito del programa y del equipo dirigido por el gato Daniele, la hinchada festejo en la cancha y en el programa- en los estudios de la Avenida Irigoyen. En los noventa el gran cambio mundial, me llevo a Europa y a la vuelta el refugio de la pampa ondulada del oeste- Gral. Rodríguez- allí se sumaron al arca del espolón: Graciela, Wanda y Brenda. Mientras tanto algunos desviaron el camino y no siguieron de la mano de la gente, fueron otros editoriales, otros co-conductores, otras emisoras hasta que con la llegada del nuevo siglo, nos encontró en la tercera categoría y el gallito Yago se convertiría en el ángel guía y que la única lucha que se pierde es la que se abandona; el se adelantaba con 23 vivencias, por esos tiempos no tan lejanos el negro Astudillo era el compañero espolonado- 2005, en radio Castañares am 1560. Todos merecidamente se independizaron? O se capitalizaron? Es tiempo de lucha, triunfos, ascensos y mejores momentos. Es tiempo que el veterano que escribe tenga en la continuidad del espolón del gallo a jóvenes con polenta como Alejo, Juan, Gaby … y por supuesto una fiel hinchada detrás, nos encontramos como toda la vida.
Osvaldo Raúl Lucero

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